Las llantas son una pieza fundamental en el desempeño del vehículo, ya que son las únicas partes que tienen contacto con el suelo; por eso, además de encargarse de transmitir la fuerza del motor y detener el vehículo cuando frena, también permiten contar con mayor estabilidad en carretera y mejorar el desempeño.
Existen varios factores que pueden llegar a afectar el rendimiento del consumo de combustible, entre los más importantes encontramos los siguientes:
Presión de aire adecuada
Cuando tus llantas tienen una presión de aire menor a la que indica el fabricante eso incremente el excesivo consumo de gasolina. ¿Por qué? Con la caída de la presión también aumenta considerablemente la resistencia a la rodadura y, por lo tanto, el consumo. La Agencia del Automóvil de USA establece que manejar un vehículo con una presión en las llantas inferior a la establecida puede incrementar el consumo de combustible hasta en un 25%.
Construcción y diseño de las llantas
La resistencia al rodamiento, mientras más baja sea, menor será el esfuerzo que tenga que hacer el motor de tu vehículo para moverlo. En otras palabras, el kilometraje con respecto al consumo de gasolina será mejor. Por ésta la razón las llantas para autobuses ofrecen un mayor rendimiento de combustible, además de una mayor duración del piso de la llanta. Por otro lado las llantas que se utilizan en las camionetas o SUV tienen patrones más pesados en el piso, ya que están diseñadas teniendo en cuenta la máxima tracción requerida, no tanto al ahorro de combustible.
¿Qué puedo hacer para ahorrar gasolina?
Puedes aplicar las siguientes sencillas técnicas:
- Utiliza el freno de motor.
- Evita acelerar o frenar bruscamente.
- Conduce con la marcha más alta posible en tu vehículo.
- Controla la carretera y el entorno por la que circulas, para que tus maniobras estén planificadas con tiempo.
